ARBITRAR POLO

El polo es uno de los deportes más difícil de dirigir. Una de las razones es por la velocidad del juego, que es directamente proporcional a la calidad de los jugadores participantes.

Los cruces y la equitación peligrosa constituyen el mayor riesgo del polo, pues se pone en peligro la vida misma de los jugadores. En lo posible, el árbitro debe tratar de limitar el peligro, y eso se consigue con severidad en la aplicación de las penas.

El referato de polo fue siempre un tema preocupante, al no haber la cantidad necesaria de personas idóneas que cumplan esa función. La cantidad de partidos que se juegan en el país sobrepasa esa necesidad. En un principio, los jueces eran voluntarios. Esta modalidad se usó por 20 años sin grandes inconvenientes. Ante el advenimiento del profesionalismo el Consejo Directivo crea en 1991 la figura del réferi profesional.